Joan Manuel Serrat - Cantares
Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.
Nunca perseguí la gloria
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles
como pompas de jabón.
Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar,
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse.
Nunca perseguí la gloria...
Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás,
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar.
Hace algún tiempo en este lugar,
donde hoy los bosques se visten de espinos,
se oyó la voz de un poeta gritar:
Caminante no hay camino,
se hace camino al andar.
¡Golpe a golpe, verso a verso!
Murió el poeta lejos del hogar,
le cubre el polvo de un país vecino,
al alejarse le vieron llorar:
Caminante no hay camino,
se hace camino al andar.
¡Golpe a golpe, verso a verso!
Cuando el jilguero no puede cantar,
cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar:
Caminante no hay camino,
se hace camino al andar.
¡Golpe a golpe, verso a verso!