José Luis Perales - Me iré calladamente
Me iré tranquilamente como llegué un día,
me llevaré conmigo un cuerpo de guitarra
y algún aplauso preso entre mis puños,
y alguna que otra herida en el alma.
Me iré calladamente, sin lágrimas ni dudas,
sin palabras, tan sólo mi equipaje,
y el polvo del camino hasta mi casa.
Mañana buscaré esa cometa
de papel en el desván,
y arreglaré la vieja bicicleta
con que ayer jugué,
arrancaré la hierba del jardín,
y plantaré un cerezo y un rosal,
mañana cuando vuelva,
si vuelvo.
Mañana borraré cada minuto
de la esfera del reloj,
mañana colgaré en alguna percha
lo que fue un disfraz,
mañana alegrará mi corazón
la risa de unos niños al jugar,
mañana cuando vuelva,
si vuelvo.
Me iré pausadamente como llegué, sin prisas,
me llevaré el recuerdo de lo que fue mi vida,
y alguna que otra carta en los bolsillos,
tal vez algún poema prohibido,
me iré calladamente, sin lágrimas ni dudas,
sin palabras, tan sólo mi equipaje,
y el polvo del camino hasta mi casa.
Mañana buscaré esa cometa
de papel en el desván,
y arreglaré la vieja bicicleta
con que ayer jugué,
arrancaré la hierba del jardín,
y plantaré un cerezo y un rosal,
mañana cuando vuelva,
si vuelvo.
Mañana borraré cada minuto
de la esfera del reloj,
mañana colgaré en alguna percha
lo que fue un disfraz,
mañana alegrará mi corazón
la risa de unos niños al jugar,
mañana cuando vuelva,
si vuelvo.