Juan Pardo - Cazador
Hay unos ojos oscuros
que miran inquietos
sin mover sus cejas,
y hay una boca que quiere
decir lo que quiere
pero no la dejan;
un cuerpo de adolescente
con sangre templada
por las primaveras,
y una cintura de tierra
que empieza a moldearse
para la cosecha.
Y unos andares seguros,
algo descarados,
que enseñan sus piernas,
y un animal escondido,
esperando el momento
de alzar su cabeza.
Cazador, cazador
que la buscas,
cazador, cazador
que te acercas,
piensa dos veces
lo que haces
antes de beber
unas aguas tan frescas.
Cazador, cazador
que la buscas,
cazador, cazador
que te acercas,
aún no conoce el amor,
pero espera su voz
con la puerta entreabierta;
aún no conoce el amor,
pero espera su voz
como el fuego la leña.
Una gaviota perdida
se entrega agotada
a mi barco en cubierta,
y yo la miro y me mira,
la quiero, y me quiere,
y le vuelven las fuerzas.
Luego se aleja volando
y dibuja un adiós
con sus alas perfectas;
yo le sonrío también,
y una ola refresca
mis manos abiertas.
Cazador, cazador
que la buscas,
cazador, cazador
que te acercas,
piensa dos veces
lo que haces
antes de beber
unas aguas tan frescas.
Cazador, cazador
que la buscas,
cazador, cazador
que te acercas,
aún no conoce el amor,
pero espera su voz
con la puerta entreabierta;
aún no conoce el amor,
pero espera su voz
como el fuego la leña.