Melendi - Un violinista en tu tejado
Eres tan dura como la piedra de mi mechero,
me asaltan dudas de si te quiero,
y eres tan fría, ay, como el agua
que baja libre de la montaña.
Y no lo entiendo,
fue tan efímero
el caminar de tu dedo en mi espalda
dibujando un corazón...
Y pido al cielo
que sepa comprender
estos ataques de celos que me entran
si yo no te vuelvo a ver.
Le pido a la luna que alumbre tu vida,
la mía hace ya tiempo que yace fundida,
con lo que me cuesta querer sólo a ratos,
mejor no te quiero, será más barato,
cansado de ser el triste violinista
que está en tu tejado...
tocando pa’l inglés siempre desafinao.
Eres tan tenue como la luz que alumbra mi vida,
la más madura fruta prohibida,
tan diferente y parecida
a la tormenta que se llevó mi vida.
Y no lo entiendo,
fue tan efímero
el caminar de tu dedo en mi espalda
dibujando un corazón...
Y pido al cielo
que sepa comprender
estos ataques de celos que me entran
si yo no te vuelvo a ver.
Le pido a la luna que alumbre tu vida,
la mía hace ya tiempo que yace fundida,
con lo que me cuesta querer sólo a ratos,
mejor no te quiero, será más barato,
cansado de ser el triste violinista
que está en tu tejado...
tocando pa’l inglés siempre desafinao.
Le pido a la luna que alumbre tu vida,
la mía hace ya tiempo que yace fundida,
con lo que me cuesta querer sólo a ratos,
mejor no te quiero, será más barato,
cansado de ser el triste violinista
que está en tu tejado...
tocando pa’l inglés siempre desafinao.
Mientras rebusco en tu basura
nos van creciendo los enanos
de este circo que un día montamos,
pero que no quepa duda,
muy pronto estaré liberado,
porque el tiempo todo lo cura,
porque un clavo saca otro clavo,
siempre desafinado...
Mientras rebusco en tu basura
nos van creciendo los enanos
de este circo que un día montamos,
pero que no quepa duda...