Ana Gabriel - Quién como tú
El perfume de su almohada tú lo conoces bien,
y la humedad de sus sábanas blancas también;
qué suerte la tuya, que puedes tenerlo a tus pies,
sintiendo en tu boca sus besos que saben a miel,
mirando cómo le hablas de amor el tiempo no se detiene,
y nada tengo yo que esperar aunque me quede en el aire.
Quién como tú, que día a día puedes tenerle,
quién como tú, que sólo entre tus brazos se duerme,
quién como tú...
Quién como tú, que tarde a tarde esperas que llegue,
quién como tú, que con ternura curas sus fiebres,
quién como tú...
Esas noches de locura tú las disfrutas bien,
y entre sus brazos, las horas no pasan, lo sé,
mirando cómo le hablas de amor el tiempo no se detiene,
y nada tengo yo que esperar aunque me quede en el aire.
Quién como tú, que día a día puedes tenerle,
quién como tú, que sólo entre tus brazos se duerme,
quién como tú...
Quién como tú, que día a día puedes tenerle,
quién como tú, que sólo entre tus brazos se duerme,
quién como tú...
Quién como tú, que tarde a tarde esperas que llegue,
quién como tú, que con ternura curas sus fiebres,
quién como tú... como tú... quién como tú...