Nicola Di Bari - El último romántico
El último,
sé que soy el último romántico,
soy aquel que cuando da una flor,
sin decir nada,
sabe ver y comprender
por la expresión de tu rostro
y el temblor que hay en tu mano,
si me amas...
El último,
el último romántico de un mundo,
que hasta se emociona al ver
jugar a dos palomas
besándose en la plaza,
no importándoles la gente
que les puede hacer daño
al andar con tanta prisa.
¿Por qué,
si es la rosa una rosa,
y lo es desde siempre,
yo debo cambiar?
¿Por qué,
si el mar y el cielo,
el sol y el viento,
no cambian jamás?
¿Por qué,
si el amor es amor,
y lo es desde siempre,
yo debo cambiar?
¿Por qué,
si son ya tantas cosas
que vamos cambiando,
no cambia el amor?
El último,
el último romántico de un mundo,
que hasta se emociona al ver
dos seres que se aman,
besándose en la plaza,
no importándoles la gente,
como hacemos ahora,
como hacemos hoy nosotros.
¿Por qué,
si es la rosa una rosa,
y lo es desde siempre,
yo debo cambiar?
¿Por qué,
si el mar y el cielo,
el sol y el viento,
no cambian jamás?
¿Por qué,
si el amor es amor,
y lo es desde siempre,
yo debo cambiar?
¿Por qué,
si son ya tantas cosas
que vamos cambiando,
no cambia el amor?