Pablo Abraira - Pólvora mojada
Yo te acaricié por nada,
por sentirte un poco mía,
me gustaba ver tu cuerpo,
y tener tu compañía.
Tú callabas, yo reía.
Y de pronto, me di cuenta,
tú temblabas en mis manos,
me sentí como un gusano,
y te dije mírame.
Tú llorabas, yo no sé.
Mujer, me estás pidiendo amor,
y yo no puedo darte nada,
mujer, no sigas, por favor,
porque la llama del amor
no enciende pólvora mojada.
Mujer, me estás pidiendo amor,
y yo no puedo darte nada,
mujer, no sigas, por favor,
porque la llama del amor
no enciende pólvora mojada.
Deja ya este juego,
que no hay nada más cruel
que jugar con fuego.
Preguntaste: ¿Hay esperanza?
Yo te dije: No, ninguna.
¿Para qué probar fortuna?
¿Qué vas a esperar de mí?
No te amo. Tú a mí sí.
Fuiste recogiendo alas
como un águila herida.
Corazón, así es la vida
cuando se juega al amor.
No juguemos, que es peor.
Mujer, me estás pidiendo amor,
y yo no puedo darte nada,
mujer, no sigas, por favor,
porque la llama del amor
no enciende pólvora mojada.
Mujer, me estás pidiendo amor...