Paulina Rubio - Ni una sola palabra
Está gritando,
ya sé que no se entera,
el corazón escucha tu cabeza,
pero ¿a dónde vas?
¿Me estás escuchando?
¿Qué hay de tu orgullo?
¿Qué habÃamos quedado?
La noche empieza, y con ella mi camino,
te busco a solas con mi mejor vestido,
pero ¿a dónde estás?
¿qué es lo que ha pasado?
¿qué es lo que queda después de tantos años?
Miro esos ojos que un dÃa me miraron,
busco tu boca, tus manos, tus abrazos,
pero tú no sientes nada,
y te disfrazas de cordialidad.
Ni una sola palabra,
ni gestos, ni miradas apasionadas,
ni rastro de los besos que antes me dabas
hasta el amanecer, eeh eeeh eeh.
Ni una de las sonrisas,
por las que cada noche, y todos los dÃas,
sollozan estos ojos
en los que ahora te ves.
Como un juguete que choca contra un muro,
salgo a encontrarte
y me pierdo en cuanto busco
una oportunidad, un milagro o un hechizo:
volverme guapa, y tú, guapo conmigo.
Frente a los ojos que un dÃa me miraron,
pongo mi espalda y algunos cuantos pasos,
y me apunto otra derrota,
mientras mi boca dice «nunca más».
Ni una sola palabra,
ni gestos, ni miradas apasionadas,
ni rastro de los besos que antes me dabas
hasta el amanecer, eeh eeeh eeh.
Ni una de las sonrisas,
por las que cada noche, y todos los dÃas,
sollozan estos ojos
en los que ahora te ves.
No puede ser, no soy yo,
me pesa tanto el corazón
por no ser de hielo cuando el cielo
me pide paciencia.
Ni una sola palabra,
ni gestos, ni miradas apasionadas,
ni rastro de los besos que antes me dabas
hasta el amanecer, eeh eeeh eeh.
Ni una de las sonrisas,
por las que cada noche, y todos los dÃas,
sollozan estos ojos
en los que ahora te ves.
Ah-ah-ah-ahha
Ah-ah-ah-ahha
Ah-ah-ah-ahha
Palabras.