Logo

Visitantes

Total: 1.548.381

Ahora: 2

Hoy: 23

Ayer: 191


2715 canciones, 2985 imágenes gráficas, 1647 midis y 1650 mensajes variados, 2427 fondos para Incredimail y Outlook...

Por el tema de los audios, recomiendo encarecidamente utilizar por orden de preferencia los siguientes navegadores: Firefox, Chrome, Microsoft Edge.

Para descargar el fichero "Sandro - El amante" en tu PC, usa las propiedades del reproductor de audio situado a la izquierda.

Sandro - El amante


Tengo que decirte adiós,
en silencio y sin nombrarte,
pues yo no puedo arrastrarte
a pagar tan duro precio.
Sabemos que fuimos necios,
que todo fue una locura,
que no pocas amarguras
ya llevamos compartidas.
¿Que si lo dictó la vida?
¿Que si fue nuestro destino?
Solamente es el camino de aquel,
de aquel que siempre camina.

Sé que tu amor he quitado
a un hombre que es tu marido,
y hasta hoy he compartido
lo que tú me has regalado,
mas todo cuanto he llorado
en tu ausencia en muchas noches,
no son causa de reproches,
porque sabes que te quiero.

Que lo abandones, no quiero,
porque esto es causa perdida,
no causemos más heridas, que ya,
que ya bastantes tenemos,
pues si de hoy en adelante
te llevo a vivir conmigo,
será peor el castigo
que la gente nos separe.
Pues mujer que se separa
del legítimo marido
por otro que haya elegido
para darle sus amores,
es causa de mil rumores,
de calumnias humillantes,
aunque siempre por delante
la tratarán de «señora».

Te recibirán sonriente,
te preguntarán tus cosas,
pero sus lenguas curiosas
no preguntarán por mí.
Pues cuando hablen de mí
aquellos que te conocen,
habrán de bajar las voces
para que tú no te enteres,
sobre todo las mujeres,
dando a su voz forma oscura,
y envidiando tu locura
lo gritarán en silencio.
Dirán que somos dos necios,
absurdos, crueles, malvados,
que tú este paso lo has dado,
bueno, porque te tengo hechizada.

Y verás que eso no es nada,
porque delante de ti
nunca te hablarán de mí,
porque no podrán nombrarme,
tan sólo podrán llamarme
por un nombre que te daña,
palabra que lleva saña
si se dice por lo bajo,
que será como si un tajo
te causaran al oírla,
y que de tanto repetirla
lo dirán familiarmente.
Nunca verás que la gente
dirá que yo soy tu esposo,
y eso para mí es hermoso,
pero nunca lo dirán,
es más, no me nombrarán,
mi nombre se habrá perdido,
no dirán «es su marido»,
dirán por mí «el amante».

Por eso voy a dejarte,
manchar tu vida no quiero,
sin ti, ya sé que me muero,
pero eso es cosa mía.
Tal vez, quizás, algún día,
y en forma muy confidente,
a alguna amiga le cuentes
que tuvistes un amante,
mas esto aquí finaliza,
la culpa fue sólo nuestra.
Un botón basta de muestra,
los demás, a la camisa.