Me voy despedazado
Me voy rumiando amargo tu frialdad desmedida,
apretando la herida que me infringiste cruel,
doblegado en mi orgullo y mi rabia escondida,
con el alma abatida y ensalivando hiel.
Me voy con el recuerdo de tus besos ardientes,
mascullando entre dientes desengaño y dolor,
rememorando infausto tus caricias ya ausentes,
perdido, entre las gentes, sin rumbo y sin amor.
Me voy con esa bronca del que cae rendido,
frustrado, endeble, herido, buscando una razón,
preguntándome inerme ¿qué cosa he cometido?
si tan sólo he cumplido con mi buen corazón.
Me voy dejando impreso lo que es un amor puro,
no tuvo lado oscuro lo que partió de mí,
jamás dejé en tus labios algún beso perjuro,
un golpe así tan duro... ¡no merezco de ti!
Me voy despedazado, gimoteando tu olvido,
consciente que he perdido a la que tanto quiero,
buscaré en la distancia pajas para otro nido,
y daré mi apellido... a un corazón entero.
Eliseo León Pretell