No juzgues por las apariencias
Las personas nos juzgan por la forma en que vestimos, pero ellos no se juzgan en la misma manera. La persona con «jeans» descoloridos y camiseta manchada es con frecuencia el hombre o mujer más importante de la vecindad.
No desprecies a las personas por su apariencia. Si tú eres una persona de ventas, habrás tenido muchas gratas sorpresas relativas a esta verdad. Personas que te impresionaron, no tuvieron dinero para comprarte. Pero personas que lucían muy modestas, no tuvieron problema alguno para pagarte.
«Los límites para un ignorante están dados por lo que él conoce. Los límites para un ciego están dados por lo que él puede tocar. Los límites para un visionario están dados únicamente por el tamaño de los sueños que se atreva a tener».