Años
Hay años tan bellos, que los sentimos pasar por el corazón... Son años cargados de alegrías, de esperanzas... Son años que al recordarlos nos hacen sentir más jóvenes... Son años que no pesan, al contrario; pasan tan rápido que quisieramos detenerlos, pues en cada vivencia nos encontramos sonrientes, felices...
Hay años que nos hacen sentir sin fuerzas, que nos debilitan, y que deseamos que terminen muy pronto... Son años tristes, quizás con marcadas ausencias, quizás con un adiós que quedó grabado a fuego en la memoria, o tal vez con pérdidas tan grandes que hasta nos hacen sentir que estamos perdidos navegando sin rumbo... Son años en los que pesa el dolor, la angustia, y en los que duele el pecho y un «nudo aprieta la garganta...»
Hay años que, por ser tan lindos, guardamos como un tesoro el almanaque para recordarlos siempre...
Hay años que preferimos arrancar el almanaque para poder olvidar...
Amiga... Amigo...
No sé cómo fue tu año, solo quiero desearte que este próximo sea mucho mejor...
Solo o acompañado, quiero que sepas que estaré brindando por ti en la distancia, por tu felicidad, por tus logros y por tus sueños...
La vida no es fácil a veces, cuesta enfrentar al dolor, cuesta mucho decir adiós a quien amamos, cuesta hoy ver en la cena lugares que nunca pensamos que podrían estar vacíos, cuesta enfrentar la enfermedad, y muchas veces nos cuesta aun más volver a comenzar, volver a levantarnos...
Pero la vida continúa, y nunca sabemos qué hay detrás de tantas emociones, de tantos sentimientos, de tantas vivencias... Sólo debemos apostar con fe y esperanza a un futuro mejor, a una vida mejor...
Por eso levanto mi copa y brindo por ti, deseando que cada burbuja explote y te salpique con amor, salud, prosperidad, paz, felicidad, y todo lo lindo que te mereces.
Pongo toda mi fuerza en este deseo de hoy y mi corazón, y te deseo que el próximo año sea uno de tus mejores años...