Arriba
Muchas mañanas, al sonar el despertador, siento como tú, que no lo voy a lograr.
Que aunque mi mente alerta dé la orden, mi alma y mi cuerpo ya no querrán seguir... ¡Estoy tan cansada! ¡Sería más fácil decir no!... Quedarme en la cama un rato más, escaparme a través de los sueños y dejar que alguien más decidiera la vida por mí...
Hay tantas mujeres que, sencillamente, esperan que las cosas sucedan, o que ni se enteran de que suceden, que... ¿por qué insistir yo en pertenecer al grupo de los que hacen que el mundo gire?
Pero afortunadamente, cuando empiezo a flaquear, como seguramente te pasa a ti, surge desde muy dentro de mí, como un trueno, el grito de mi alma que dice:
«¡Arriba! Hay que seguir, no hemos llegado hasta aquí para claudicar. Allá afuera hay todavía muchas montañas que escalar, un mundo maravilloso esperando que tú lo descubras».
Y así, como tú, emprendo de nuevo, con renovado entusiasmo, la increíble aventura de vivir...
Carmina Cisneros