Bendición
Cierto hombre susurró: - ¡Dios, háblame!
Y el árbol cantó. Pero el hombre no oía.
Luego el hombre, habló más fuerte, pidiendo: - ¡Dios, háblame!
Y un rayo cruzó el cielo. Pero el hombre no oía.
El hombre miró a su alrededor y dijo: - ¡Dios, permite que te vea!
Y una estrella se iluminó con gran resplandor, pero el hombre no la notó.
Entonces el hombre gritó: - ¡Dios, muéstrame un milagro!
Y en ese minuto nació un bebé. Pero el hombre no lo supo.
Luego el hombre pide a gritos, en desesperación: - ¡Tócame, Dios, y hazme saber que estás aquí!
Dicho esto, Dios bajó y tocó al hombre, pero éste espantó a la mariposa que volaba a su alrededor y continuó caminando.
No te pierdas una bendición sólo porque no viene envuelta del modo en que tú esperas. Que Dios nos expanda la mente, para poder agradecer diariamente sus bendiciones.
Dios no te hubiera dado la oportunidad de soñar sin darte también la capacidad de convertir tus sueños en realidad.
Haz de hoy tu día perfecto... Nunca dejes de soñar... Sé tú mismo... Sé feliz...