Logo

Visitantes

Total: 1.469.391

Ahora: 2

Hoy: 176

Ayer: 115


2715 canciones, 2985 imágenes gráficas, 1647 midis y 1650 mensajes variados, 2427 fondos para Incredimail y Outlook...

Por el tema de los audios, recomiendo encarecidamente utilizar por orden de preferencia los siguientes navegadores: Firefox, Chrome, Microsoft Edge.

Para descargar el fichero "Sin_miedo_a_nada-Supertamarindo" en tu PC, usa las propiedades del reproductor de audio situado a la izquierda.

Cicatrices del alma


En un día caluroso de verano, en el sur de Florida, un niño decidió ir a nadar en la laguna detrás de su casa. Salió corriendo por la puerta trasera, se tiró en el agua y nadaba feliz.

Su mamá desde la casa lo miraba por la ventana, y vio con horror lo que sucedía. Enseguida corrió hacia su hijo gritándole lo más fuerte que podía. Oyéndola, el niño se alarmó, y miró nadando hacia su mamá. Pero fue demasiado tarde.

Desde el muelle, la mamá agarró al niño por sus brazos, justo cuando el caimán le agarraba sus piernitas. La mujer jalaba determinada, con toda la fuerza de su corazón. El cocodrilo era más fuerte, pero la mamá era mucho más apasionada y su amor no la abandonaba.

Un señor que escuchó los gritos, se apresuró hacia el lugar con una pistola y mató al cocodrilo. El niño sobrevivió y, aunque sus piernas sufrieron bastante, aún pudo llegar a caminar.

Cuando salió del trauma, un periodista le preguntó al niño si le quería enseñar las cicatrices de sus piernas. El niño levantó la colcha y se las mostró. Pero entonces, con gran orgullo se remango las mangas y dijo:

- Pero las que usted debe de ver son éstas.

Eran las marcas de las uñas de su mamá, que habían presionado con fuerza.

- Las tengo porque mamá no me soltó, y me salvó la vida.


Nosotros también tenemos cicatrices de un pasado doloroso. Algunas son causadas por nuestros pecados, pero otras son la huella de Dios que nos ha sostenido con fuerza para que no caigamos en las garras del mal.

Dios te bendiga siempre, y recuerda que si te ha dolido alguna vez el alma, es porque Dios te ha agarrado demasiado fuerte para que no caigas.