Conócete
Es muy cómodo estereotipar a una persona. «Fulano es así», y esta afirmación quedó para siempre en la mente de quien la emite. De este modo no se necesita un esfuerzo para conocer a la otra persona.
Los prejuicios y los estereotipos se aprenden tempranamente de manera inconsciente. Sirven para justificar el odio hacia otras personas, razas o pueblos. En ellos está la causa principal de las peleas entre familias y las guerras entre las naciones, algunas permaneciendo durante siglos.
Seguramente a ti no te gustará que los demás tengan prejuicios contigo. Entonces es conveniente que te conozcas bien y observes si no los tienes tú hacia los demás. Liberarse de ellos te permitirá ganar amigos y conocer muchas personas interesantes, aprendiendo de sus comportamientos y pensamientos.
Es muy fácil rodearse de personas que piensan como tú, pero esto no enriquece tu vida ni amplía tus conocimientos. Busca personas que sean diferentes, aprende a respetar las diferencias y considera a cada persona como un ser único en el Universo.
Todas las personas tienen sus virtudes y defectos. El liberarse de los prejuicios no significa que cierres los ojos ante las debilidades humanas. Se trata de no poner un estigma sobre todo un grupo de personas por las acciones de unos pocos.
Evita culpar a los demás por lo que te sale mal a ti, y procura tener en cuenta que cada ser humano es una criatura divina, y como tal, tiene un maravilloso propósito en la vida.