Mamá 2
Mamá... palabra tan pequeña y que encierra tantas cosas, tantos sentimientos, tantos recuerdos; mamá... palabra mágica que usada con desdén provoca dolor y furia; pero, al pronunciarla con amor, nos cura de todo mal. Palabra pequeña, palabra primera, y muchas veces, la última palabra.
¿De qué se llena nuestro corazón al pensar en ella? ¿Por qué se llenan nuestros ojos de lágrimas al recordarla? ¿Por qué al caer gritamos su nombre?
Será porque recordamos su voz y sus dulces brazos al arrullarnos y consolarnos cuando éramos pequeños... Será porque siempre estaba ahí para curarnos un raspón, para sobarnos una rodilla, para levantarnos cuando estábamos caídos... Será por las noches de desvelo que pasó a nuestro lado...
Por los aplausos que nos dio cuando bailábamos... Porque reía con nuestros chistes sin gracia. Por ser nuestra mejor audiencia...
Será por lo poco que necesita para vivir, un plato de sopa, una café caliente, un beso, un te quiero, un perdón...
Será porque seguimos siendo en sus ojos, de mirada tierna, sus niños de antaño... Será porque aún hoy, buscamos su aprobación...
Esperamos oír sus palabras de aliento, y nos llena de tristeza su mirada crítica... Será por todo esto, será por algo más...
Lo cierto es que las mamás son regalos de Dios, son ángeles en la tierra, son seres de luz.
¡Mamá… ¡Gracias!