Ejemplo de amor
Cierto día una gigantesca águila de Escocia arrebató a un bebé dormido. Enseguida, toda la gente de la aldea se movilizó para ofrecer su ayuda. Pero el águila no tardó en posarse sobre un elevado despeñadero, por lo que todos temieron por la suerte de la criatura.
Un marino trató de ascender, pero se vio obligado a desistir de su intento. Luego, trató de subir un robusto montañés, acostumbrado a escalar los cerros de la región. Pero su esfuerzo fue en vano. Por fin, se adelantó una humilde campesina, quien fue afirmando sus pies en un saliente tras otro de la roca, hasta llegar a la cumbre del despeñadero.
Mientras temblaban los corazones de los observadores, la mujer descendió paso a paso, hasta que, en medio de los gritos de los aldeanos, regresó con el bebé junto a su pecho. ¿Por qué esa mujer tuvo éxito donde el fuerte marino y el experimentado montañés habían fracasado? Porque ella tenía un gran amor hacia la criatura. ¡Era su madre! Su amor maternal la había llevado a arriesgar su vida, con tal de salvar a su pequeño hijo.