Tu ser interno
Ten siempre muy presente y no olvides ni por un minuto, que la parte más importante de ti mismo es tu ser interno, tu alma, tu mente, tu espíritu, lo que está dentro de ti. Sin esa parte invisible e interna, tú sólo serías una masa de huesos y carne.
Dedica un tiempo importante de cada día a tu ser interno: medita, ora, piensa, lee, escribe, enriquece y fortalece tu espiritualidad, que allí encontrarás todas las respuestas.
Pregúntale cada noche a tu ser interno sobre alguna inquietud que tengas relacionada con tu vida y tu crecimiento.
La respuesta vendrá a ti cada mañana, como una imagen, como una melodía, como una palabra o como una frase apenas perceptible, porque esa voz no pretende imponerse, sino hacer de ti una persona en actitud de alerta ante las enseñanzas de la vida.
Escucha esa voz interna que con suavidad y sutileza te muestra el camino correcto y da la respuesta a tu pregunta.
Quedarás maravillado de lo que sucede cuando deseamos de corazón oír a nuestro ser interno, ése que muchos aún llamamos «nuestro ángel de la guarda».