El juego de la vida 1
La libertad es un ingrediente esencial para experimentar felicidad. Cuando hay un amor y respeto verdaderos por los demás, automáticamente tal persona utiliza su libertad con un sentido de responsabilidad; sabe no infringir en los derechos de otro porque éste también tiene derechos, tiene un papel que interpretar, tiene un valor, y por encima de todo, también tiene un derecho a la libertad.
Una persona irresponsable nunca es libre; irresponsable significa el que usa mal su propia libertad o restringe la libertad de los demás debido al egoísmo o al ego. Tal persona no es nunca libre ella misma, porque siempre tiene que pagar el efecto de tal actitud y tales acciones. Las consecuencias pueden ser en forma de soledad, falta de amor, vacío interior, depresión, etc.
La libertad y la responsabilidad son las dos caras de una moneda y son absolutamente inseparables. Es una regla fundamental de todas las relaciones e interacciones humanas. Lo que yo doy a los demás, sea bueno o malo, es lo que recibiré. Somos libres de elegir, pero cada elección que hago lleva consigo una responsabilidad personal y unas consecuencias.