No es cierto que me quieres
Eliseo:
Ayer pude llegar hasta el profundo de tus ojos
donde más se trasluce el amor de verdad,
algo punzó mi alma como hirientes abrojos
al encontrar en ellos ausencia y frialdad.
Te miré nuevamente para estar más seguro
dándote un beso tierno con toda mi pasión,
al saborear tus labios hasta sentí el apuro
dado en la indiferencia desde tu corazón.
No quise preguntarte, sólo pensé en mi mente
en las continuas veces que me dices te quiero,
pero sé que tus labios y tus ojos no mienten,
para mí ha sido un golpe... devastador y artero.
Te estreché nuevamente sin que tú lo notaras
con un tanto de rabia y bronca contenida,
en el fondo quería pedirte que me amaras,
casi como ensayando... una nueva salida.
Mas decidí de pronto jamás decirte nada,
seguir así viviendo tu engaño sin razón,
dije, después de todo... es ella la engañada,
yo le ofrecí mi vida y todo mi corazón.
Magui:
No supiste entender lo que te decían mis ojos,
porque no les permito te digan la verdad,
probablemente muestren sólo ausencias, enojos,
y jamás tú vislumbres mi triste soledad.
Me miraste insistente... causándome extrañeza,
muy tierno me besaste... con profunda pasión,
responderte no quise... si pierdo la cabeza,
mi corazón, de nuevo, se llena de ilusión.
Te quedaste en silencio, viéndome... pensativo,
en medio de mi angustia, no me salió la voz,
mas mi alma te gritaba: ¡te quiero! ¡por ti vivo!
y al ver tu sufrimiento, fue atroz mi dolor.
Me estrechaste en tus brazos, pero no fue lo mismo,
te noté diferente, cual si rabia tuvieras,
algo querías decirme... noté tu pesimismo,
¡te quiero! yo esperaba con ansia, me dijeras.
Y como siempre lo haces, te quedaste callado,
yo me di media vuelta, muy solo te dejé,
en no hablar y callarte, siempre te has empeñado,
tú mismo has sepultado el amor que soñé.
Eliseo León Pretell y Magui del Mar