Cuando creías que yo no te estaba mirando
Cuando creías que yo no te estaba mirando... te vi colgar mi primer dibujo en la heladera y corrí a hacer otro...
Cuando creías que yo no te estaba mirando... te vi poner alimento en la tacita del gato y aprendí que es bueno cuidar a los animales...
Cuando creías que yo no te estaba mirando... vi lágrimas salir de tus ojos y aprendí que algunas veces las cosas duelen, pero que está bien llorar...
Cuando creías que yo no te estaba mirando... te vi hacer mi postre favorito y aprendí que las cosas pequeñas son las que hacen la vida especial...
Cuando creías que yo no te estaba mirando... te escuché hacer una oración y supe que hay un Dios al que siempre puedo acudir y aprendí a confiar en Él.
Cuando creías que yo no te estaba mirando... te sentí darme el beso de las buenas noches y me sentí amado y protegido...
Cuando creías que no te estaba mirando... te vi dar de tu tiempo y tu dinero para ayudar a gente que no tenía nada y aprendí que los que tienen deben ayudar a los que no tienen.
Cuando creías que no te estaba mirando... te vi cuidar nuestra casa y a nosotros, y aprendí que debemos cuidar de lo que nos ha sido dado.
Cuando creías que no te estaba mirando... aprendí de ti las lecciones de la vida que necesitaba: cómo ser una persona buena y productiva, cómo decir «mucho» con tan sólo una sonrisa...
...Te miré, y quise decirte...«Gracias por todas las cosas que vi cuando creías que yo no te estaba mirando».